EL día de hoy estaba buscando información acerca del equipo de fut al que le voy:
El Atlas de Guadalajara...
Y ahí estaba yo, busque y busque, y después de tanto buscar, encontré lo siguiente:
Ser aficionado del Atlas es como tratar de alcanzar el horizonte. Es hermoso, pero jamás se llega a él.
Según dos especialistas en psicología social y deportiva, la pasión que genera en Guadalajara un equipo como el rojinegro es, en cierta medida, una excepción a la regla, basada en el concepto de la utopía. "El caso del Atlas es muy 'sui generis', hay muchos que lo comparan con los Medias Rojas de Boston, que duraron 86 años sin ganar la Serie Mundial", dijo Luis Eduardo Baltazar, psicólogo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG. "Es la esperanza y la perseverancia, la ilusión de volver a ganar, pero con un estilo de juego bonito. "Es aferrarse a una utopía, más que aferrarse a un sufrimiento, no es ser los eternos perdedores, es el 'ahora sí, esta vez lo vamos a lograr'.
Esto es una situación de valores y de personalidad". Según Baltazar, sobre los Rojinegros pesa una maldición similar a la que pesó sobre los petirrojos, hasta que ganaron el título en el 2004 y el 2007. La última vez había sido en 1918, antes de vender al "Bambino" Babe Ruth a los Yanquis."Se decía: 'Los Medias Rojas tienen la maldición por haber dejado ir a Babe Ruth'. El Atlas tiene, hasta cierto punto, esta maldición, forma jugadores y, cuando están despuntando, los venden y la gente se entristece y se frustra", añadió.
'Con el Atlas aunque gane'
En el universo Atlas hay innumerables referencias a la ausencia del título en 57 años y a la fidelidad de sus seguidores, pero, según José de Jesús Gutiérrez, jefe del departamento de Clínicas de Salud Mental del CUCS, es un error pensar que es la norma. "También pasa lo contrario, Atlas fue de los primeros en que sus aficionados se ponían bolsas en la cabeza, para demostrar que su equipo les daba vergüenza", opinó.
"No es una situación de incondicionalidad acrítica, habrá quien sí, porque no es una masa uniforme y cada persona tiene su psiquismo, que coincide con otros, pero hay corrientes al interior de la afición. Hay los que son fanáticos, pero también hay aficionados críticos, que saben valorar el buen juego, pero que no están de acuerdo en que siempre estén vendiendo a los jugadores".
Adictos a la emoción"A lo Atlas", se dice cuando una situación se define de último minuto, cuando lo que parecía perdido, se salva angustiosamente. Según Gutiérrez, esto no es una fijación con el sufrimiento, sino un gusto por la emoción."Se puede interpretar como una situación de masoquismo, yo no estaría muy de acuerdo con eso. Hay personas que se pueden hacer adictas a la adrenalina, adictas a la emoción, algunos van al cine y buscan películas muy estresantes o de violencia", explicó.
Antichivismo
Otra de las vertientes para optar por "irle al Atlas", sería el principio de los polos opuestos, es decir, que la afición se genera por contravenir una filiación contraria, la de las Chivas."De pronto una persona puede ser que tenga un familiar o amigo, antagónico al Atlas, como de las Chivas y que haya ciertos conflictos y diferencias, ésto representa una razón subjetiva", expresó Gutiérrez.
Creo que después de leer eso, mis razones tendré...
Leído en: http://hinchadelatlas.blogspot.com/2008/04/psicologa-de-un-atlista.html
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