¡BIENVENIDOS!

Si llegas a pasar por mi blog, no olvides dejar un comentario, por pequeño que sea, solo para saber que estuviste de visita...

Espero que les guste lo que escribo.

lunes, 15 de febrero de 2021

¿Por qué la gente correrá en el metro?

Esto ocurrió hace ya mucho tiempo pero es una anécdota que recuerdo con mucho cariño. Cuando tenía 19 años, formé parte de un grupo juvenil de Iglesia llamado "Acción Bíblica Juvenil" donde dábamos cursos de Biblia a los demás grupos juveniles de Tepic cuando lo solicitaran.  Este grupo era financiado por una asociación alemana que ofrecía la oportunidad de ir a Ecuador con todos los gastos pagados a tomar un curso de Biblia intensivo de un mes (y los fines de semana eran libres para turistear). 

Total, en ese año, un amigo y yo fuimos elegidos para ir. Comenzamos a preparar todo para el viaje y le preguntamos a otro amigo al que ya le había tocado ir el año anterior acerca de los requisitos para viajar. Nos dijo que no era necesario tener una VISA para entrar a Ecuador, pero resulta que ese año, a nuestro flamante ex-presidente Vicente Fox se le ocurrió decir algo en contra de aquel país y pues valió madres: ya pedían visa. El pedo fue que nos enteramos como dos semanas antes de hacer el viaje. El trámite de la visa tardaba un mes... así que todo parecía indicar que ya nos la habíamos pelado (ya teníamos los boletos de avión y todo). 

Cuando estuvimos hablando a las embajadas y consulados, nos dijeron que en la embajada de la CDMX (que todavía se llamaba D.F.) expedían visas urgentes: hacías el trámite en la embajada el martes y el jueves ya lo tenías. Nuestro avión salía el viernes, así que decidimos lanzarnos en camión desde el domingo para llegar el lunes temprano. 

El martes vamos a la embajada en metro, y a mí se me hacía muy curioso ver a la gente correr para alcanzar a subirse, incluso le pregunté a mi compa: "¿Por qué la gente correrá en el metro?". Total, hacemos el trámite y todo salió perfecto. Mi amigo tenía algo que hacer en San Luis Potosí, así que preguntó a las secretarias de la embajada si yo podía recoger su papel, le dijeron que si siempre y cuando llevara una carta poder firmada y las fichas de entrega que nos dieron. Hicieron mucho énfasis en que esas fichas eran indispensables porque tenían muchos trámites y eran su forma de controlar su chamba y también hicieron mucho énfasis en que cerraban a las 2 de la tarde. Esas fichas las metí a mi cartera y nos subimos al metro para regresar a donde nos estábamos quedando, una casa por el metro Copilco, en la colonia Romero de Terreros (y la embajada estaba en Polanco, o sea, muy lejos pues). 

Ese día mi compa se iba a ir a SLP, así que compró una carta poder en una papelería y me la dio. Antes de irse me dijo: "cuando vayas a la embajada, vete con mucho cuidado porque aquí está peligroso, trata de no traer tanto dinero". 

Bueno, llegó el jueves y yo, con modo supervivencia activado, decidí dejar la cartera en la casa para no meterme en problemas y solo llevar el dinero indispensable: nunca me acordé que en la cartera estaban las fichas para recoger las visas. Me fui temprano, con mucha calma. Caminé hasta el metro Copilco, me subí al metro e hice algunos cambios de línea para llegar a Polanco. 

Ya que estaba ahí, y al ver que tenía tiempo de sobra, decidí ir a turistear; como a las 11:30 me dirigí a la embajada y veo a una de las secretarias metiéndole un cagadón a un wey: le estaba diciendo que sin la ficha no lo podían atender. En ese momento, tuve un flashback (como el crítico de Ratatouile): recordé que metí las fichas a la cartera, que mi compa me dijo que anduviera con cuidado y que, por andar con cuidado, dejé la cartera (con las fichas) en la casa que nos estábamos quedando. Eran las 12 pm. 

En ese momento decidí que lo más rápido era irme en metro, así que me fui corriendo al metro Polanco, transbordé creo que dos veces y yo iba corriendo a todo lo que daba. Cuando salí del metro Copilco tomé un taxi para que me llevara a la casa, le pedí que me esperara y me llevó de regreso al metro. Volví a hacer todo el recorrido pero en chinga, cuando salí del metro en Polanco faltaban menos de 5 minutos para las 2 p.m. y la embajada estaba como a cinco cuadras. Así que tomé un taxi, me bajé en chinga y alcancé a llegar (la neta llegué como 1 minuto después, pero no me dijeron nada), me dieron los papeles y pudimos hacer el viaje sin ningún otro contratiempo. 

Nada más de acordarme vuelvo a sentir la adrenalina y la preocupación de sentir que nos íbamos a quedar sin hacer el viaje por una pendejada y, sin querer, se respondió mi pregunta: "¿por qué la gente correrá en el metro?"