¡BIENVENIDOS!

Si llegas a pasar por mi blog, no olvides dejar un comentario, por pequeño que sea, solo para saber que estuviste de visita...

Espero que les guste lo que escribo.

martes, 22 de agosto de 2017

Martes con mi chavoruco profesor. Consejo # 5: Toma apuntes.


El día de hoy más que dar un consejo para la vida (como los anteriores: viaja, lee, ahorra y relaciónate) escribiré acerca de un consejo meramente para la escuela: toma apuntes.

A lo largo de este tiempo como docente universitario he descubierto que muy poc@s alumn@s tienen la costumbre de escribir porque se atienen a que el material estará disponible en la plataforma educativa (la escuela donde trabajo tiene una plataforma donde nosotros como docentes podemos subir el material que se vio en clases).

Y, por otro lado, me he dado cuenta que la mayoría de l@s alumn@s que sí toman nota, alcanzan un mejor desempeño durante las clases y en los exámenes.

Hace tiempo cuando yo era estudiante, una maestra nos dijo en clases: “Más vale pálida tinta que brillante memoria” (o algo así, porque creo que cambió palabras), y creo que es una excelente frase que ayuda a resumir este punto: no siempre te puedes confiar de tu memoria, a veces se nos pueden olvidar cosas y es mejor tenerlas soportadas en algún documento o en algún lugar que nos permita recordar lo escrito, visto, platicado, etc.

Si nos vamos a otros asuntos y comenzamos a hablar de los “canales de percepción” recordaremos que son: auditivo, visual y kinestésico (o kinésico) y el acto de tomar apuntes es un acto que cubre los tres: escuchas lo que el otro dice, ves a la persona y luego ves lo que estás escribiendo y por último sientes la pluma o lápiz y sientes la textura del papel sobre el que escribes; por lo tanto, tomar apuntes es una acción que, de acuerdo a este tema, te permitiría alcanzar niveles más altos de comprensión (ya que estás utilizando los tres canales).

Si crees que tomar apuntes no está tan chido y que es mejor tener la información en digital para cuando quieras consultarla ya hay opciones pensadas para poder hacer las dos cosas: escribir y digitalizar, por ejemplo, existe una marca llamada “Rocketbook” que ha sacado dos cuadernos (Everlast y Wave) que te permiten digitalizar lo que escribes, crear archivos digitales con esa información y, cuando se llene tu cuaderno, borrar lo escrito para volverlo a utilizar (en el caso del modelo Everlast la información se puede borrar con una toallita húmeda y en el modelo “Wave” se necesita calor para poderlo borrar, por ejemplo usando una secadora para cabello o metiéndolo al horno de microondas). Aquí les dejo dos videos que explican cómo funcionan. 




SECCIÓN NO PATROCINADA POR ROCKETBOOK.

Bueno, en resumen: toma apuntes, en verdad, te van a ayudar a tener una mejor comprensión de lo que se está explicando, además, algunas veces los maestros damos ejemplos que no vienen en las diapositivas y esos ejemplos puede que te ayuden a comprender mejor el tema y, si no anotaste lo que se explicó, probablemente no tengas un conocimiento completo acerca del mismo.


Muchas gracias por leer y los espero la próxima semana. ¿De qué te gustaría que escribiera? 

martes, 15 de agosto de 2017

Martes con mi chavoruco profesor. Consejo # 4: Viaja.


He de confesar que el consejo del cual ahora escribo, es algo que a mí me hubiera gustado hacer más en mis tiempos de universitario, pero que lo hice mucho en mis tiempos de adolescente.

Les cuento: cuando yo tenía 14 años, por azahares del destino fui invitado a un grupo juvenil (de esos de Iglesia), y, después de algún tiempo, fui adquiriendo más responsabilidades ahí y no sólo ahí, ya que me invitaban a participar en actividades de otros grupos.

Para no hacerles el cuento largo, y como lo escribí al principio, en ese tiempo viajé mucho debido a que era común que me invitaran a reuniones dentro de los municipios de Nayarit, e incluso a otros estados (incluso viajé a Ecuador a tomar un curso de un mes para capacitar a los jóvenes de diferentes grupos).

Total: yo disfrutaba esos viajes, el simple hecho de ir en carretera (la mayoría de los viajes los hacía en autobús o en coche) era una experiencia que me relajaba, no importaba lo que tardara en llegar (alguna vez en un viaje hicimos aproximadamente 28 horas para llegar a nuestro destino), era relajante.

Los viajes, además de lo obvio que es conocer nuevos lugares, me permitieron conocer a muchas personas con las que sigo estando en contacto (bendito Facebook).



Debido al tipo de ambiente en el que realizaba mis viajes, era común que me hospedara en casas de personas que vivían en ese lugar, lo que me ayudó a conocer de manera más cercana las costumbres y las comidas que se acostumbraban en esos lugares, así descubrí el chocolate “Costanzo” de San Luis Potosí (delicioso), el queso de tuna también de SLP (no tan delicioso), el pozol en Tabasco (tampoco me gustó mucho), el ceviche de Pejelagarto, los tacos de la estación en Tuxpan, Jalisco, la yuca frita en Ecuador, la yerba mate (que la probé en Ecuador, pero que la llevaba un Argentino) y un gran etcétera.

Entonces mi consejo es: Viajen. A donde sea, con quién sea (si es con amigos mucho mejor), prueben las comidas, recorran los lugares caminando si es posible, platiquen con las personas, si se van a hospedar con alguien que conozcan llévenle un recuerdo, investiguen antes de viajar que sitios de ese destino deben conocer y vayan palomeando la lista…

Viajar nos renueva, nos ilustra y nos ayuda a tener historias que contar en el futuro (como, por ejemplo, cuando viajé a Villahermosa, una señora nos preguntó a mí y a un amigo que si en Nayarit había caballos y si conocíamos los frijoles, como si fuéramos de otra parte del mundo).

En fin, si llegaste hasta aquí te agradezco por tu tiempo y espero que te haya gustado el consejo de este martes. Si no has viajado mucho no hay problema, siempre hay tiempo y cada día se abren nuevas vías de acceso a diferentes lugares lo que hace que podamos llegar más rápido.

Si te gustó este post puedes dejar un comentario aquí abajo diciendo cuál ha sido el lugar al que has viajado que más te ha gustado y por qué; también puedes comentar de qué te gustaría que se tratara la próxima publicación para ponerme a trabajar en ella.


¡Saludos y muchas gracias por pasar! 

martes, 8 de agosto de 2017

Martes con mi chavoruco profesor. Consejo # 3: Lee


Una disculpa por la tardanza a mis dos lectores (supongo que son dos, aunque pueden ser menos debido a que, hasta el momento, nadie me ha dicho que lee mi blog) pero ya tenía mi post programado y lo tuve que “desprogramar” debido a que el día de hoy, 8 de agosto, me desperté con una noticia triste: Eduardo del Rio, mejor conocido como RIUS, caricaturista, monero, crítico social/político/religioso, ateo declarado y simpatizante del EZLN falleció por la mañana.

Esto me llevó a cambiar mi consejo de hoy que era “Viaja” por otro que tenía pensado para más adelante: “Lee”.

¿Por qué creo que invitar a mis alumn@s a leer es un buen consejo? Por lo mismo que el consejo anterior: en México el hábito de la lectura está muy poco arraigado y esto hace que crezcamos con muy pocas personas que nos lo recomienden.



Según el INEGI (http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2016/04/16/mexico-lee-38-libros-al-ano-indica-encuesta-de-inegi) en promedio, una persona en México SOLAMENTE lee 3.8 libros al año. ¿Y qué tiene que ver la muerte de RIUS con esto? Bueno, que en mi infancia, uno de los primeros libros que compré (con mi propio dinero) fue de él.

Tenía aproximadamente 12 años, estaba en la secundaria y recuerdo que fui a Ley (Ley, patrocíname) y, entre los pocos libros que ahí vendían (creo que ahora ya ni venden) me encontré con “RIUS para principiantes” que básicamente era su autobiografía ilustrada. Lo compré por dos razones: era un libro de gran tamaño y, la razón más importante para alguien de esa edad: estaba en oferta.

Los que han leído a RIUS sabrán que no es una lectura recomendada para un niño de 12 años… pero igual lo leí y me gustaron sus ilustraciones por sencillas, pero a la vez con una forma muy elocuente de explicar temas por demás complicados. Además que su vida fue interesante… de haber sido seminarista se convirtió en crítico de la religión, pero un crítico inteligente, de esos que te invitan a la reflexión, no de esos que abundan en estos momentos que nomás atacan a lo puro menso.
No recuerdo si ese fue el primer libro que leí, probablemente no, pero si considero que, a partir de ahí, me hice un poco más crítico con las situaciones que pasaban en mi país ya que RIUS era un gran crítico del PRI (PRI, no me patrocines) en una época donde criticar al régimen podía significar la muerte (literal).

Me emocioné hablando de RIUS, perdón.

Volviendo al consejo: lean, en verdad, en la lectura se exploran y se viven situaciones ajenas como si fueran propias. Podemos encariñarnos con personajes y situaciones sin conocerlas; nos sirve para desarrollar nuestra imaginación, para incrementar nuestro vocabulario, para mejorar nuestra ortografía, para relajarnos, para tener más tema de conversación; incluso me ha tocado experimentar un tipo de alegría diferente cuando por la calle me encuentro a alguien leyendo un libro que estoy leyendo o que ya leí.

Es muy fácil comenzar con este hábito: lo primero que tienes que hacer es tomar un libro de algún tema que te llame la atención y comenzar a leer al ritmo que consideres apropiado para ti. Supongamos que el libro tiene 300 páginas y tú te propones leer 5 páginas diarias, entonces en dos meses ya lo habrás terminado. Si después tomas otro con las mismas características y haces lo mismo y lo haces de forma regular, en un año ya habrás leído 6 libros (que no es mucho, pero es más del promedio en México según lo que mencioné anteriormente).

Actualmente estoy haciendo un reto de leer un libro mensual de algún tema en específico, les voy a dejar la imagen por si se quieren unir (quedan 5 meses, todavía alcanzan a leer 5 libros), y me ha servido mucho para descubrir nuevos libros, autores o temas de los que nunca había leído.



Para finalizar, aquí les dejo este pequeño artículo donde Warren Buffet (que ha estado por muchísimo tiempo entre el top 10 de millonarios del mundo) hace la siguiente recomendación: “Lee todo lo que puedas”.  http://expansion.mx/economia/2008/11/18/201clee-todo-lo-que-puedas201d-buffett


Muchas gracias por leer esta entrada, si pasas por aquí deja tu comentario, por pequeño que sea (incluso puede ser anónimo). Si no sabes que comentar, puedes responder: ¿Qué libro de los que has leído recomendarías y por qué? 

martes, 1 de agosto de 2017

Martes con mi chavoruco profesor. Consejo # 2: Ahorra.




Creo que la frase de la imagen anterior describe perfectamente este consejo.

Desgraciadamente en México muy pocas personas tienen desarrollado el hábito del ahorro, entonces crecemos y nunca nadie nos dice o nos aconseja que es importante ahorrar (derivado de que casi nadie lo hace) y, cuando nos enfrentamos a alguna situación donde necesitemos dinero para salir de un apuro, pedimos prestado, ya sea a una persona de confianza o a una institución financiera, y terminamos pagando más de lo que pedimos (por el tema de los intereses).

Entonces si estás leyendo esto hoy, y nunca nadie te lo ha dicho, ahí te va: “¡AHORRA!”

Obviamente no te estoy sugiriendo que empieces a ahorrar cantidades estratosféricas de dinero, puedes empezar con algo súper sencillo, por ejemplo, $10.00 diarios; saquemos cuentas: si ahorras esos $10.00 diarios, en un mes ya tendrías $300.00 y en un año $3,650.00 que los puedes utilizar para comprar los regalos de navidad, por ejemplo.

Una vez que te acostumbres a “desprenderte” de esos diez pesos diarios, se te hará más fácil ahorrar cada vez cantidades un poco más grandes (también dependerá del objetivo que quieras alcanzar con el ahorro).

Hasta aquí dejaré este consejo, ya que en noviembre del año pasado escribí la siguiente entrada: ¿Cómo me puedo hacer millonario? En donde doy algunos consejos para lograr ese fin (entre ellos ahorrar).


Muchas gracias por llegar hasta aquí, deja algún comentario nada más para saber que pasaste y nos leemos la próxima semana.